Quién soy yo

Susana Armas, Maestra de Reiki

Soy Susana Armas, tengo 49 años y soy hija del Universo. Soy mujer, hija, hermana, amiga y  madre. Me he formado en distintas técnicas de Reiki y canalización de energías: Reiki Tibetano, Reiki Karuna, Reiki Egipcio, Sanación del Altísimo Dios del Universo, Técnicas Pleyadianas, Técnicas Tántricas,  y estoy muy agradecida de que la vida me brinde esta oportunidad de desarrollar mi propósito divino.

Varias de las ciudades en las que he vivido me han acogido con mucho amor y una de ellas, la Ciudad de México, ha sido mi hogar por 15 años. Existen numerosos caminos para despertar la conciencia y llegar hasta el corazón y yo lo logré a través del Reiki. El Reiki me encontró en el 2012 y transformó tanto mi vida que suelo decir soy otra persona: «Mi vida antes del Reiki y mi vida después del Reiki». Mi primera experiencia con el Reiki fue una sesión a distancia desde Cuba estando yo en México. Al día siguiente, al despertar, sentí un gran cambio en mí. A los pocos días un amigo me habló de un curso y le estuve dando vueltas hasta el último momento pero el 22 de septiembre de 2012 comencé en el auditorio del Siglo XXI de la Ciudad de México con el primer grado de Reiki Tibetano impartido por el Maestro Adolfo Lobato y de ahí no he parado de aprender distintas técnicas que me han hecho sanar e ir creciendo espiritualmente.

 

Comencé a sanar, a desprenderme de energías densas y de baja vibración que no me dejaban ni crecer ni avanzar, pero sobre todo me permitió hacer florecer al ser espiritual que todos llevamos dentro.

 

En estos años de formación he practicado con amigos y familiares pero sobre todo conmigo misma lo que me ha permitido experimentar e ir creciendo. Aunque mi experiencia sirva para otros que quieran iniciarse en este camino del corazón, yo sigo en el camino del aprendizaje.

 

Una de las cosas más importantes que he aprendido a través de este crecimiento personal y espiritual es a FLUIR. Siempre todo ocurre por un motivo y siempre ocurre cuando tiene que ocurrir. Hay que intuirlo para fluir en la vida y con el Universo porque todo tiene su momento. Por eso creo firmemente que cuando es el momento de alguien, esa persona estará en el lugar y momento indicado.

 

Cuando el Reiki me encontró inicie un camino, que según mi opinión, no tiene retorno. Los cambios se suceden cuando el alumno está preparado y una vez que despiertas tu intuición y se escucha al corazón en vez de a la mente, simplemente “todo lo que el alma necesita vivir, experimentar y aprender” comienza a ocurrir.

 

Las intenciones y pensamientos que tenemos crean la realidad que experimentamos. Tú mismo determinas la calidad de tu LUZ, cuando escoges tus pensamientos y cuando seleccionas qué corrientes emocionales debes abandonar y cuáles reforzar, determinando así los efectos que conseguirás sobre los demás y la naturaleza de las experiencias de tu vida.

 

Quien decide recorrer este camino de crecimiento espiritual acaba comprendiendo que hay un fin mayor, al que vamos a llegar todos, a través del AMOR, la energía más poderosa que existe, y que no se encuentra en ningún sitio de la misma manera en que está dentro de nosotros. Solo hay que despertarlo.

 

Cuando un número importante de personas cambia su modo de pensar y de comportarse, la cultura lo hace también y una nueva era comienza.